
Dicho proceso radica en "elegir" qué individuos de una especia especie en concreto se reproducirán, es decir, qué individuos pasarán sus genes a la siguiente generación.
Esta decisión de la naturaleza se explica fácilmente si nos situamos en contexto. Si nos encontramos en una situación en la que se ve premiada una determinada carácterística de una espécie (por ejemplo, un sitio plagado de depredadores donde unas piernas largas ý rápidas te ayudarán a escapar), vemos claro que aquellos individuos que la posean, tendrán más posibilidades de sobrevivir. Por tanto, tendrán más posibilidades para reproducirse que el resto. En consecuencia, esa/s característica/s tendrán más posibilidades de ser pasada/s a las siguientes generaciones. La naturaleza ha hablado.